viernes, 8 de noviembre de 2013

Re-flexiones que te trabajan el pecho


Tanto me he metido a averiguar en que ando averiguando que no he averiguado lo que buscaba. Y mismamente es eso, ¿qué hay que averiguar? Averiguar, averiguar, averiguar... te pones a decirlo tantas veces que al final casi ni te das cuenta de que lo que hay que averiguar lo estás diciendo con un acento malo de inglés y está 'everywhere'. (Me he recordado al gran Dani Rovira y su explicación de los tupperware-fiambrer-fiambrera.)

Han pasado muchas cosas desde la última vez que escribía desde dentro, digamos que mi pequeño Leopoldo Alas Clarín ni tenía alas ni estaba clarín, y si se pone a escribir un tío que solo se llama Leopoldo, eso no puede llegar muy lejos.

En este viaje casi semestral de vacío interdental de pasto para mis ovejas y carne para mis pirañas solo he tratado de averiguar. Se podría decir eso de ¡hostia! tío ¿quién soy?, ¿de dónde vengo? ¿qué estoy haciendo?... y demás preguntas reflexivas pero yo no me las he hecho, porque eso es vagar en fango y salir a respirar mierda autocomplaciente. Cada uno sabe quién es, de dónde viene y qué hace y las consecuencias que todo ello, acumulado a una vida medio sana o medio tóxica (según se mire el vaso), conlleva. Por eso he parado de averiguar, porque aunque me haga otro tipo de preguntas como ¿Cuánto mide el pelo cuando se te cae? ¿Se encoje con el tiempo? o sigue creciendo un poquito porque todavía se siente vivo...mmmmm casi era mejor preguntarse quién soy, ¿verdad? :)

En fin, que a veces, y esta si es la parte seria de mi escritor interno, es mejor no preguntarse que está sucediendo, por qué todo va tan mal o todo va tan bien, porque las cosas suceden siempre porque tienen que suceder, no había nada escrito y lo que hemos hecho ha quedado ahí de por vida sin poder modificarse, por eso lo que haya escribir en un futuro será mejor afrontarlo con ganas, con ánimo y con una sonrisa. Porque si en este viaje particular he añorado algo es la sonrisa, tanto la mía como de la gente que he conocido y que ya conocía. Y es que vivo enamorado de la sonrisa, no hay nada más bello ni nada más hermoso. Esa es mi mierda autocomplaciente.

Por eso la primera ronda la pago yo!

 

La Sonrisa de Julia - Muévelo

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